Este es mi espacio seguro.
Aquí escribo, comparto experiencias, hago análisis y, de vez en cuando, dejo que se asomen mis pensamientos más íntimos.
En este rincón podrás conocerme un poco más y acercarte a lo que para mí significa ser una persona “Humana Mente Holística”.
No es una moda ni una pose: es una forma de vida, una manera de estar en este mundo.
Y sí, también tiene algo de ironía. Porque en este mundo “lo holístico”, muchas veces la gente se burla o espera que, quienes nos vamos por esta área “en modo zen”, permitiendo todo, aguantando todo, sin comprender que los límites se ponen en uno.
La verdad es que llegué a este mundo después de mucho escapar y cuando ya no pude correr más, me eligió la lucha.
Me he defendido con todo lo que tenía, incluso a golpes si era necesario, para proteger mi territorio.
Y no me siento orgullosa de eso, ni me hace menos espiritual. Esto me recuerda que soy humana, que soy mamífera, que soy también animal, que puedo razonar, pero no siempre lo haré antes del instinto.
Y es justamente esa parte instintiva, primitiva, la que carga con los traumas que no se pudieron nombrar. El cuerpo los guarda, los acumula. Y por eso, en este camino, la espiritualidad no es evasión: es una forma de volver al cuerpo, de recordar, de integrar, de sanar.