A estas alturas de mi vida, todo tiene un enfoque holístico y, a la vez, es mirado con perspectiva de género. A medida que pasa el tiempo y aumentan mis conocimientos, se vuelve peor.
Desde mi visión y experiencia, resulta fundamental adoptar un enfoque que no solo atienda las necesidades físicas, sino que también considere el bienestar emocional y espiritual tanto del paciente como de su cuidadora, porque sí, somos cuidadoras. Así, el concepto de “Cuidado Holístico” en domicilio se alinea perfectamente con las directrices de la Medicina Holística y la Salud, promoviendo una visión integral del ser humano que abarca cuerpo, mente y espíritu.
El Cuidado Holístico: Una necesidad imperante.
No es desconocido que mi labor de cuidadora “formal” pagada duró poco. No me acostumbré al trato, ni hacia el paciente ni hacia el personal u, junto a otras situaciones que he comentado antes, decidí salir de la caja y hacer cosas con mis propios recursos (y está bien, solo tenía las ganas, jajaja).
Sabemos que el cuidado de personas dependientes es una labor que implica una gran responsabilidad y demanda un alto grado de compromiso emocional y físico. Quienes cuidan, en su mayoría mujeres, enfrentan a diario situaciones de estrés y desgaste, y muchas veces, la violencia doméstica y de género agravan aún más su situación. Por lo tanto, es esencial implementar un enfoque de cuidado que reconozca y aborde estos múltiples aspectos de la experiencia humana.
Este domingo, mi hermano me hizo llegar una publicación de la USACH que poco de novedoso aporta a los datos que ya conocemos, pero que definitivamente, apoya que estoy en el camino correcto.
Puedes ver el post aquí 👇
Beneficios del cuidado holístico
El enfoque holístico del cuidado ofrece múltiples beneficios tanto para las personas dependientes como para sus cuidadoras. Al considerar al ser humano en su totalidad, este enfoque promueve la salud y el bienestar en todos los niveles:
- Mejora del bienestar físico: Las cuidadoras formadas en cuidados básicos de enfermería pueden proporcionar una atención física adecuada, evitando autolesiones y daños al paciente.
- Salud emocional: Las técnicas de gestión emocional y autocuidado ayudan a las cuidadoras a manejar sus propios duelos y enfrentar los desafíos de su labor de manera más efectiva.
- Calidad de vida: Al aplicar técnicas de terapia holística y alivio del dolor, las cuidadoras pueden mejorar significativamente la calidad de vida de sus pacientes, promoviendo no solo su bienestar general, sino también una sobrevida adecuada.
- Relaciones interpersonales: La integración gradual de las cuidadoras en el entorno domiciliario fomenta la creación de vínculos de confianza y empatía, esenciales para un cuidado de calidad, a la vez que permite a la cuidadora principal “relevos en el cuidado”.
¿Cómo logramos incorporar este tipo de cuidado en la vida de las cuidadoras familiares?
Para colaborar con este punto, he creado el método formativo CUIDATHI con el objetivo de elevar la labor del cuidado mediante la integración de herramientas terapéuticas de enfoque holístico, que permiten llevar a cabo un “Cuidado Holístico Domiciliario” de la persona dependiente, pero también permite el descanso de la cuidadora mientras realiza esta labor de cuidar, que sabemos es extenuante. Este método no solo se enfoca en mejorar las habilidades técnicas de las cuidadoras formadas, sino que también les proporciona herramientas de gestión emocional para enfrentar mejor los desafíos de su labor.
El Cuidado Holístico es la clave para un cuidado más humano, empático y efectivo en el contexto familiar, promoviendo una visión del cuidado que reconoce y valora la complejidad y la totalidad del ser humano. Adoptar este enfoque no solo transforma la vida de las personas dependientes, sino también la de sus cuidadoras, brindándoles las herramientas necesarias para llevar a cabo esta labor de una forma menos desgastante.
Con cariño,
Julieta